viernes, 28 de febrero de 2014

Si puedo, bajaré el telón

En la misma semana en la que se cumplen treinta y tres años del intento de golpe de estado del General Tejero y cincuenta años desde que el gran Cassius Clay hizo pública su pertenencia a la nación del Islam pocas horas después de proclamarse campeón mundial de pesos pesados, en la misma semana en la que muere Paco de Lucía para entrar en la historia y convertirse en leyenda con su “Entre dos aguas”, en la misma semana que setenta y cinco mil personas viajan para acudir al Mobile World Congress mientras Venezuela y Ucrania luchan por una vida mejor, en esa misma semana, cinco amigas, cinco hermanas, empiezan un proyecto sin más ambición que desahogarse, encontrarse, reírse y enseñar al mundo que la vida no es otra cosa que nuestras experiencias.

Que esté publicando este post es una buena noticia para todos: es viernes. Yo soy Viernes. Mezcla de sensaciones, cansancio y motivación por los dos días que siguen, responsabilidad de día y desenfreno de noche, viernes es aparcar los problemas o no dejar de pensar en ellos, es música, es cine, es amor, es trabajo, es vida. Y de eso, señores, tratarán mis posts, de la vida en todas sus facetas, siempre acabando con música, porque hay una canción para cada momento y un momento para cada canción. Porque la música entra por el oído y va directa al corazón y porque tal y como bien expresa lo que una vez leí: “ La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido”.

Podría intentar estrenarme tratando de ser original, haciendo un esfuerzo por no hablar de un tema tan socorrido como es el amor, pero la realidad es que o no soy original, o es el tema que ocupa mi cabeza gran parte del tiempo. La verdad es que últimamente he perdido los papeles. Y no estamos hablando de perder una factura, un recorte o una tarjeta de metro, que también. Estamos hablando de todos los libros de la Biblioteca Vaticana, los documentos del Registro Civil y Mercantil y los apuntes de todos los alumnos de Harvard juntos. Y es que hay muchas formas de perder los papeles y, a mí, señores, me gusta hacer las cosas a lo grande.

Y es que beberme hasta el agua de los floreros, cerrar sistemática cualquier garito (las cafeterías también están en riesgo si me pillan de buen humor y ofrecen cerveza), acabar en la barra de cualquier bar animando al personal con coreografías dignas de Fama o, en el peor de los casos, de un videoclip de Reggaeton o tener que dejar la tarjeta de crédito en casa para no despertarme un día cualquiera como dueña de un bar especializado en Jaggermeister y Kiko Rivera pinchando, no es otra cosa que síntoma de desequilibrio (y de juventud por supuesto, pero, ¿acaso no van relacionadas?). Esta semana he vuelto a escuchar de cabo a rabo el disco de Pereza, “Aviones” (2009). No sé si es bueno o malo, solo sé que me transporta a hace ya unos años. En el fondo, no me preocupa, la realidad es que últimamente no sé nada. 

Hace poco mi padre, al que escucho más que a nadie, me dijo que lo importante era saber qué tipo de persona quiero a mi lado y solo dejar que me salten las alarmas cuando conozca a alguien de ese perfil. Lo que siempre me ha resultado tan fácil se ha vuelto absolutamente imposible. Mis alarmas saltan con cualquiera. Alto, bajo, rubio, moreno, listo, menos listo... Entiéndanme, no tengo montada una oficina en mi casa plagada de cartas de presentación ni me dedico a hacer entrevistas cualquier sábado que se preste, pero sí que, inconscientemente, he analizado a cada uno de los hombres que se han cruzado en mi camino. Y me pregunto para qué, si lo cierto es que si no estoy preparada yo, no van a estarlo los demás. Siendo sensatos, más vale llamar al pan “pan” y al vino “vino”, es una cuestión de ahorrar tiempo: sigo enamorada o, al menos, enamorada de lo que era sentirse enamorada. En este caso, más que una lucha entre cabeza y corazón, es una auténtica batalla campal. ¿Cómo le explicas a tu corazón que debe dejar de sentir por alguien? El intento de búsqueda de un sinfín de distracciones con nombre y apellidos no vale para mucho, al menos por ahora. Y es que el corazón, viéndome a mi y a mis amigas, definitivamente va por libre, es autónomo.

Y es justo en ese momento, entre tanta reflexión, cuando una nostalgia abrumadora se apodera de ti, te recuerdas con dieciséis años y tu primer amor, o incluso mucho antes en mi caso (y tu debilidad eterna tal y como comentó Miércoles) y piensas en lo maravillosa que era tu mirada cuando era limpia y cuando tu corazón y cabeza estaban libres de experiencias.
Espero con ganas una luz que me ciegue cual insecto ante foco, ver la claridad, sentir seguridad, y poder bajar el telón de este acto. Si puedo, bajaré el telón. 

Thank God Is Friday.
Nos vemos en los bares.

V.

jueves, 27 de febrero de 2014

Primavera & verano





No me avergüenza publicar al mundo entero que estoy harta de este invierno frío, pese a que es más que probable que ni la menor parte del mundo me lea. 

No entiendo y nunca llegaré a entender a los amantes de esta tétrica estación por muchos Moet Winter Loungs  que abran en las mejores estaciones de ski. Necesito dar mi más distinguida bienvenida a mi querida primavera y mi amado verano.

Me declaro yonqui de la primavera y del verano.

El subidón de hormonas de la primavera y el goce del calor de verano hace que me vuelva loca. Y lo peor de todo es que disfruto de la locura, ¡me encanta! Como dijo en su día Pablo Neruda “Hay un cierto placer en la locura, que solo el loco conoce”, y creo que tiene toda la razón. ¡Ojalá este estado de locura me durara las 24 horas del día de los los 365 días del año, más el que añadimos cuando éste es bisiesto!. Ese estado de plenitud, euforia, desenfreno y alegría en su máxima expresión lo siento en estas estaciones.

Por otro lado, también estoy ansiosa por el inicio de la temporada de primavera/verano no en cuanto a moda se refiere si no a comenzar a hacer multitud de planes con mis días de la semana preferidos, mis niñas: Lunes, Martes, Miércoles y Viernes !!!

En cuanto hace buen tiempo no hago más que divagar en todo aquello que llegaré hacer y a conocer con ellas, ya sean lugares -recónditos o no…- o personas –normales o no…-.

 Nos adaptamos a cualquier lugar y clase de gente, nos gusta conocer, sabemos que “todo suma, nada resta”, todos ellos nos aportan nuevas vivencias de las que estoy segura en algún momento de nuestras vidas lo recordaremos con gran estima, en algunos casos esbozarán sonrisas en nuestras caritas y en otros nos sacarán grandes carcajadas tomando un buen gin tonic o bailando como locas en la pista de baile…

Hablando de baile, dicen que cuando bailes, tu objetivo no sea ir a un lugar determinado de la pista, si no disfrutar de cada paso del camino. Es algo que me encanta y disfruto hacer con ellas y que quiero seguir haciendo, quiero seguir teniéndolas a mi lado de forma incondicional como siempre lo han estado, para lo bueno y para lo malo, y no sólo mientras bailo en un lugar determinado de la pista, si no en lo que es más importante, en cada paso que doy para llegar a ese lugar de la pista.





Jueves.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Yo no pienso escribir un blog

Aquel domingo en nuestra despedida, cuando en pleno momento de subidón a Viernes se le ocurrió la idea de  crear nuestro pequeño rinconcito donde contar experiencias y momentos, sobre todo compartidos, que son la mayoría… me negué en rotundo,

- “Yo no pienso escribir un blog”

Y bueno, aquí estoy, frente a mi ordenador, intentando escribir algo con sentido, y sin haber cumplido mi palabra (una vez más), y es que,

¿Cuántas veces en la vida decimos que no haremos cosas en las cuales acabamos cayendo?

Se me ocurren mil historias (sobre todo relacionadas con hombres) tanto mias como de Lunes, Martes, Jueves y Viernes, en las cuales nos hemos dicho, por activa y por pasiva,

-No voy a volver a hacerlo,- No le voy a escribir nunca más,- Ni loca vuelvo  quedar con el,- No pienso contestar cuando me escriba,- tTia que no, que nunca más,  

Solemos hacernos reflexiones, muchas veces en voz alta, porque así parece que queda más convincente, y oye.. es que con tantos argumentos, ¿Cómo podría ser tan tonta de retroceder todo lo que he adelantado en el tiempo que lo he puesto en práctica? Yo, que soy una persona con tres dedos de frente y capaz de combatir cualquier adversidad.

Me río yo de todo eso, al final, de una forma u otra, la mayoría de cosas acaban volviendo, con mayor o menor intensidad, con mas o menos frecuencia, pero todos tenemos, al menos, una debilidad.

Yo lo reconozco, tengo la mía, a estas alturas de la vida, ¿para que negarlo? Simplemente he aprendido a vivir con ella, sabiendo cual es el lugar que ocupa y sin que me suponga una preocupación, sino, como mucho, una distracción.

Pero lo importante, es que pese a todas nuestras caídas, siempre tenemos cuatro hombros esperando para darte un abrazo y decirte,

-No pasa nada, de ésta volvemos a salir, 

Y al fin y al cabo eso es la vida, caerse y levantarse. 

Miércoles. 




martes, 25 de febrero de 2014

Cómo conocí a Lunes, Miércoles jueves y Viernes

Da igual que creas o no en el destino, o en la casualidad de que ocurran las cosas, da igual las personas que pasen por tu vida, los sitios donde vivas, las costumbres, la forma de pensar... Estoy segura que ocurriese lo que ocurriese el destino, el cosmos, los chacras se hubiesen unido para unirnos.

- Martes, cariño, ¿cómo son tus nuevas amigas de la universidad?
- No se mamá, niñas normales, como yo, les gusta salir, tienen novio....
- Me alegro, por que las conservarás toda la vida...
Que razón tenía mi madre y que poca razón tenía yo, ¿en algún momento, en mi sano juicio, llegue a pensar, por un solo instante, que lunes, miércoles, jueves o viernes eran normales? No son normales, ni nada que se les parezca, ni quiero que lo sean. Me gusta cada cosa buena y mala de cada una y el equilibrio que nos damos las cinco.


Al fin y al cabo yo no sería el Martes que ahora soy sin ellas, no creo que haya aprendido ni vivido tanto como con ellas. Ni por mil novios y amantes que tuviera; que al final (y seamos realistas) sólo sirven para que al día siguiente comentes con tus amigas.
- ¿cómo tenía las manos?
- Tía que manos (el tema de las manos, merece un post aparte) y que torso.
Al final, no se vosotras, pero nosotras terminamos como una panda de tíos hablando de fútbol. Lunes poniendo su toque pícaro con ese acentillo que tiene, miércoles y jueves poniendo su toque técnico e ilustrándonos a todas con sus experiencias y viernes regañandonos por decir tantas barbaridades y por terminar hablando siempre de sexo.

Para terminar, da igual como conociese a mis días de la semana, da igual lo distintas que seamos, lo lejos que estemos a veces, las diferencias que tengamos, los novios que vengan y se vayan, las lágrimas que echemos, al final siempre siempre siempre nos queda nuestro rinconcito en la playa, porque para nosotras el año termina el primer fin de semana de agosto...

Feliz Martes! =)

lunes, 24 de febrero de 2014

Las grandes ideas nacen de grandes soñadores



Llegó la hora de despedirnos tras un fin de semana de locura en Bruselas, tan intenso como cada momento juntas cuando a Viernes se le ocurrió la idea de hacer un blog en el que compartir nuestras experiencias, fue cuando todas nos pusimos a saltar de la emoción en el sofá… en el mismo en que dos días antes habíamos bailado como si no hubiera un mañana canciones de reaggeton, en el que nos quitamos el top después de habernos bebido 4 botellas de vino, y en el que yo había dormido esa noche después de bailar hasta el amanecer despidiendo la noche belga con martes,miércoles, jueves y viernes.

Así son nuestros reencuentros, precedidos de grupo de whatsap para hacer el planning y lo más importante: elegir discoteca y reservado con botella de ginebra porque la ocasión lo merece y porque siendo sincera..desde el palco vip la pista se divisa mejor, así cuando bajamos a bailar ya vamos directas a los grupos de chicos guapos, que la noche es corta y no estamos para perder el tiempo!

Una vez fijada la fecha y de haber creado el grupo de whatsapp, en este caso BruseMola, llega el momento de hacer maletas, de preguntar la etiqueta requerida por la disco o el restaurante para adaptar así los modelitos a la ocasión, aunque al final como nos gusta más la aventura y eso de improvisar se nos da genial, acabamos perreando en un antro de mala muerte con  los habitantes de mordor y siendo las reinas de la tarima! Los habitantes de Mordor son tan agradecidos..te hacen sentir taaan guapa!

Pero..¿qué sería de nosotras sin las charlas post-party? Otro de nuestros rituales es comer pasta o pizza acompañada de litros y litros de agua para recuperar el cuerpo de la resaca a la vez que hacemos un análisis exahustivo de la noche, y es que el jagger juega muy malas pasadas y las lagunas a veces se convierten en océanos. Pero es cuestión de sacar móviles, actualizar la lista de contactos de whatsapp , hacer un chequeo del facebook y si vemos caras nuevas entonces ya contrastamos, y entre unas y otras recomponemos la noche, momento a momento, trago a trago.

En todas nuestras despedidas siempre hay una ilusión, un sueño: la próxima quedada, pero para qué esperar a vernos de nuevo si podíamos mantenernos al día de nuestras historias, aventuras y  locuras con este blog y además compartirlo con vosotr@s?

Esta despedida fue distinta porque el grupo de whatsapp no se eliminó como hacemos al acabar cada reencuentro, sino que cambió de nombre ha pasado a llamarse “De Lunes a Viernes”.

Fue así como surgió esta idea, de cinco amigas soñadoras en la distancia que no dejamos de sorprendernos cuando nos vemos. ¿Realmente nuestra vida es muy divertida? ¿O será que siempre tenemos preparado el tequila y la sal para cuando la vida nos ofrece limones? Sea como fuere las aventuras que hemos compartido y las charlas post-salida y post-sexo merecen ser compartidas y así lo haremos a través de este blog.



Sin más preámbulo paso la palabra a Martes que mañana se estrenará con su entrada!

Hasta el próximo LUNES!